La palabra Biombo, del japonés Byōbu – Byō “protección”+ bu “viento”.
El término significa, en sentido figurado, la «pantalla de protección contra el viento» que se refiere a que el propósito original del biombo evitaba que el viento soplara dentro de las habitaciones.
El biombo originalmente es un conjunto de pantallas japonesas —varios paneles unidos—, que se doblan, usados para separar interiores. Animados por pinturas decorativas y caligrafía, principalmente oriental. Originarios de China, como prototipos, los primeros biombos encontrados están datados del periodo de la dinastía Han. El biombo fue introducido en Japón en el siglo VIII, cuando los artesanos japoneses comenzaron a construirlos influenciados altamente por los patrones chinos ya establecidos.
En la actualidad el biombo puede tener diferentes usos: para separar espacios, para causar un efecto velado o de cierto misterio de la escena que se encuentra tras él, para ambientaciones de época, como elemento decorativo, como organizador de espacios…
En este artículo traemos los biombos como inspiración para un proyecto de un estudio fotográfico. Se trata de un estudio cuyas ambientaciones son de corte clásico, utilizando muebles antiguos y actuales con estilo clásico, fondos de papel pintado clásico (adamascados, brocados, escenas campestres, guirnaldas, entelados), telas de cortinas, puertas clásicas y por supuesto los biombos cuya versatilidad nos da juego para emplearlo de diversas maneras (vestidor, fondo, separación,…)
Para los biombos se pueden emplear diversos materiales como madera, papel, metal, tela,.. Mostramos en las fotos biombos con papel pintado y de madera. Personalizados para este trabajo tanto por su tamaño como por la elección del papel y los colores, acordes con los paneles que se proyectan y deslizan por la pared como con las propias paredes que definen el espacio y la luz.
En un futuro mostraremos el resultado de este trabajo que empezamos con mucha ilusión en este comienzo de año 2018.