Con la adolescencia cambian los gustos y progresivamente también la forma de vida. El dormitorio de tu hijo va a necesitar un cambio para adaptarse a todas estas nuevas circunstancias y necesidades. Así, a la hora elegir la nueva decoración es importante que tu hijo participe y plasme su propia personalidad.
Es importante usar tonos neutros como base; preferiblemente el blanco Usar un color neutro como base siempre es una buena idea. Es como pintar un cuadro sobre un lienzo en blanco.
El blanco hará destacar todos sus objetos personales que son los realmente importantes para tu hijo. Si además usas muebles blancos sencillos, de líneas rectas, conseguirás una imagen muy actual.
Una vuelta de tuerca a esta idea podría ser la decorar la habitación en blanco y negro. Es una combinación muy juvenil y moderna.
En todo caso, un mobiliario oscuro también puede ser una buena opción. Probablemente, oscurecerá el espacio, pero actuará como punto focal, en este caso se han empleado dos tonos de grises.
Una vez tenemos una base neutra resultará muy fácil conseguir captar la atención introduciendo llamativos toques de color. En todo caso, siempre es importante mantener una paleta de color limitada en todos aquellos objetos cotidianos que tengan una presencia importante en la decoración. Hará que el dormitorio parezca más ordenado.
Es importante tener cama supletoria para poder invitar a dormir a sus amigos y pasar largas noches de confesiones en su refugio seguro que es una idea que triunfa. El espacio limitado, como es nuestro caso, no es un problema porque siempre puedes colocar una cama nido y sacarla cuando haga falta.
Zona de estudio cómoda y luminosa. Si hablamos de los distintos usos que necesitará dentro de su dormitorio, una mesa de estudio debería ser una prioridad. Lo más importante es que la mesa sea amplia y luminosa. Colocarla frente a una ventana es lo ideal. Además, añadimos una cajonera con ruedas.
Contamos también con zonas de almacenaje para las cosas del día a día Siempre viene bien tener espacio para guardar pero no hay que olvidar tener un sitio a mano para todo aquello que se usa a diario. Una estantería o unas baldas sobre la pared pueden ser muy útiles para este tipo de cosas. Una buena idea para mantener el orden es incluir en ella algunas cajas en las que pueda guardar los objetos más pequeños y al mismo tiempo le de privacidad. Busca que estas cajas entren dentro de la paleta de color del dormitorio. Así, además de ser prácticas también serán decorativas.